DEBATE: INDAGACIÓN - INSTRUCCIÓN DIRECTA
En una sesión de esta asignatura del máster, Aprendizaje y Enseñanza en Educación Física, hemos debatido a favor y en contra de estas dos técnicas de enseñanza. En este caso, vamos a defender la INDAGACIÓN.
En mi opinión, en
nuestro sistema educativo actual, debemos potenciar la indagación por encima de
la instrucción directa, pero si bien es cierto, no todo debe ser blanco o
negro, dado que ambas técnicas ofrecen ventajas e inconveniente al proceso de
enseñanza-aprendizaje. Siendo así necesario tener en cuenta un factor principal
como es el contexto en el que vamos a realizar nuestras tareas, seleccionando
que técnica, derivada en estilos y estrategias vamos a llevar a cabo para tener
el mayor beneficio integral de nuestros discentes.
Según
Wells y Mejía (2005), la indagación, incrementa la propia comprensión de los
temas y procedimientos que resultan importantes porque contribuyen a desarrollar
aquello que la persona necesita saber y dominar, para poder tomar parte activa
y tener una identidad como miembro de una comunidad en particular. Idealmente,
por consiguiente, el aprendizaje que se da en una comunidad de indagación no es
un fin en sí mismo o el objetivo central de las actividades, sino un aspecto
intrínseco del trabajo en el contexto de actividades que trascienden el
currículum prescrito.
Estos
autores también resaltan como la indagación implica usar el trabajo y las ideas
de los demás así como los propios esfuerzos sin ayuda. En consecuencia, en muchos
campos, una parte importante de apoyo a la indagación es facilitar la formación
de comunidades de trabajo que se reúnen para intercambiar ideas y recibir
retroalimentación en su progreso. Esto se aplica por igual a maestros e
investigadores.
En
suma, veremos cómo nuestra normativa actual coincide en cierto aspecto con las características
de la indagación.
Desde la
normativa estatal, en el Real Decreto 126/2014, de 28 de febrero, por el que se establece el currículo básico de la
Educación Primaria, podemos ver como en su artículo 15 señala que “se arbitrarán métodos que tengan en
cuenta los diferentes ritmos de aprendizaje del alumnado, favorezcan la
capacidad de aprender por sí mismos y promuevan el trabajo en equipo”.
Así, se resalta
en concordancia con la indagación, la alternancia de métodos, para la
individualización, el papel activo y de autonomía de los alumnos/as y el
trabajo grupal, favoreciendo la cooperación.
Por otro lado,
desde la normativa de la Comunidad Autónoma de Andalucía, en la ORDEN de
17 de marzo de 2015, por la que se desarrolla el currículo correspondiente a la
Educación Primaria en Andalucía, atendiendo a las orientaciones metodológicas
del área específica de Educación Física (Anexo I), se señala que “la Educación física debe
contribuir al desarrollo integral del alumnado partiendo del desarrollo de la
motricidad humana y las características propias a través del desarrollo
corporal, el aprendizaje instrumental básico, la autonomía y la socialización.
Las propuestas deben conocer y partir del contexto inmediato del
alumnado y deberán permitir adaptarlas a sus condiciones personales y sus
posibilidades. En este área, los alumnos y alumnas son los protagonistas
de su proceso de enseñanza aprendizaje. El auto-aprendizaje permite que sea capaz
de resolver planteamientos motrices, organizar su propio trabajo, constatar
y comprobar en sí mismo la mejora, tanto en sus actitudes como en sus
habilidades y destrezas que a su vez estimularán la creatividad, huyendo de
modelos fijos o estereotipados”.
Por ello, destacando aspectos como autonomía,
socialización, contexto y protagonistas, las orientaciones metodológicas de la
normativa, se alejan de la instrucción directa la cual está caracterizada en su
mayoría por ejercicios aislados de cualquier contexto, individuales y donde el
docente tiene el papel protagonista, proponiendo así dichos aspectos cercanos a
la indagación.
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